En realidad nosotras no hemos cambiado tanto, comenzamos con la ilusión de un niño con Ipod nuevo (que dirían ahora), el Cantalar era todo lo que necesitábamos para empezar con nuestro proyecto. Una idea que por entonces parecía de dos locas ecologistas que querían ganarse la vida mostrándoles a sus clientes cómo un entorno más sostenible es posible, pero también como en un negocio puede primar la sostenibilidad frente a lo económico.
Con alma de ONG, espíritu de emprendedoras y trabajando en exclusiva con el turismo escolar, por entonces un turismo marginal, fuimos haciéndonos un hueco en el mundo de la Educación Ambiental, y Eureka con mucha energía y dedicación incluso cariño en ocasiones conseguimos dar forma a nuestra empresa, o continuidad al que inicialmente la Junta de Andalucía había puesto en marcha cuando abrió el Aula de Naturaleza El Cantalar.
Pero las cosas en el Parque Natural si han cambiado, el turismo escolar se ha convertido en el salvavidas de la mayoría de hoteles y camping de Cazorla, y nos encontramos desbordadas por la competencia feroz de lujosas instalaciones dispuestas a trabajar con cientos de niños a precios escandalosos para poder salvar sus negocios.
Y ahora, justo ahora decidimos explorar el turismo para adultos, apostar y potenciar el turismo responsable entre las personas adultas, para familias comprometidas con el medio ambiente. Escoger el Cantalar es escoger un alojamiento ambientalmente sostenible con una política de empresa donde priman las personas y las emociones.
El Cantalar es mucho más que un lugar para dormir en Cazorla es un espacio de paz y de encuentro para hacer de tus vacaciones una experiencia y compartirla con tu familia o amigos..
Pronto cumpliremos la mayoría de edad empresarial y tenemos la sensación de que nuestra empresa significa en nuestras vidas mucho más que un negocio, puesto que nos a entrenado en la perseverancia, en la creatividad, en la paciencia y en otras muchas cosas que tan útiles son para la vida.